La Comarca La Matilde es un proyecto de desarrollo sustentable ubicado en Traslasierra. Cuenta con una finca y un viñedo de producción orgánica, con la biodinámica como concepto general
Ubicada en Traslasierra, Córdoba, la Comarca La Matilde es una invitación a entrar en el corazón de la naturaleza. Se trata de una propuesta de desarrollo sustentable y biodinámico, desplegada en 60 hectáreas de reserva natural ubicadas en San Javier, en el valle de Traslasierra.
Hacer una cabalgata, recorrer los viñedos, interiorizarse sobre el funcionamiento de la finca, aprender sobre agricultura sustentable, apreciar un paisaje espectacular o disfrutar de una gastronomía de primer nivel son algunas de las actividades que se pueden llevar a cabo en La Matilde.
El complejo cuenta con una posada de diez habitaciones para recibir al turismo. La construcción se hizo con los parámetros de la arquitectura sustentable y biodinámica.
No hace falta más que llegar al lugar para percibir que se respira una energía especial. Los responsables de la posada dan la bienvenida y explican amablemente la propuesta del lugar donde el concepto de la biodinámica es el que se impone.
La Matilde cuenta con una finca ecológica que provee de alimentos saludables y frescos de primera calidad.
Se pueden hacer paseos guiados, conocer la bodega y degustar los varietales, quesos de cabra, mermeladas naturales, conservas, aromáticas y productos de la huerta.
Uno de los puntos altos del lugar es DeAdobe, un restaurante con una excelente propuesta gastronómica creada con alimentos frescos que salen de la propia huerta. La producción orgánica va más allá de los alimentos: los jabones, el champú y los detergentes también son orgánicos.
Otras de las características que distinguen a la posada es la calidez de sus habitaciones. Tienen casi 50 metros cuadrados, con baño en suite y galería y están decoradas y equipadas con mobiliario diseñado a medida y objetos de autor de estilo campestre.
Cada una cuenta con una estufa a leña y ofrece una vista imponente al paisaje del lugar. Un detalle: no hay televisores, aunque en caso de pedirlo se puede instalar. “Permanecer en silencio es algo más que no hablar”, reza uno de los slogan del lugar.
El salón principal ofrece cómodos sillones frente a una enorme estufa hogar desde donde los huéspedes pueden apreciar el paisaje a través de sus amplios ventanales.
Durante la estadía, se pueden hacer diferentes actividades como actividades ecuestres, avistaje de aves o paseo por la huerta orgánica. También se ofrecen propuestas fuera de la posada.
Los vinos
La producción de los viñedos de La Matilde incluye a Sierra Roja 2016 (Tannat) y Esperando los Vientos 2017 (Blend de tintas). Las dos variedades fueron certificadas y tuvieron buena puntuación de varios reconocidos enólogos, como Tim Atkin.
El sueño de tres amigos
Todo surgió con un proyecto de tres amigos de la infancia. Pablo, Raúl y Luis, se conocen desde chicos y ya realizados en sus distintas profesiones, decidieron hacer un emprendimiento juntos.
La intención de crear un viñedo para producir sus propios vinos fue el primer paso. La búsqueda los llevó a un terreno en el corazón de Traslasierra y el proyecto empezó a crecer. Sin tener demasiado conocimiento, se interesaron en la agricultura biodinámica y abrazaron la causa para no soltarla más. De esta manera, nació el viñedo y la finca donde empezaron a cultivar de manera orgánica: no utilizan ningún producto químico.
“No teníamos mucho conocimiento pero empezamos a aprender. Consultamos a muchos especialistas en la materia y nos encontramos con gente muy generosa dispuesta a compartir sus conocimientos”, cuenta Pablo Asef, uno de los socios fundadores.
La posada se construyó bajo los parámetros de la arquitectura sustentable. Las paredes son de adobe y, entre tantos detalles, se utilizaron pinturas orgánicas para darle color al lugar. El proceso no fue sencillo. Los pisos, la madera, los revestimientos o los muebles fueron construidos mediante un proceso prácticamente natural.
El desafío significó un gran camino extenso y sinuoso. Hubo que recurrir a viejos obreros y artesanos para hacer la obra mientras que la provisión de materiales requirió un esfuerzo económico mayor. “Es un forma de vida”, explica Pablo.
¿Qué es la agricultura biodinámica?
La agricultura biodinámica es un método de agricultura ecológica basado en las teorías de Rudolf Steiner, fundador de la antroposofía.
Este tipo de agricultura considera las granjas como organismos complejos. Hace hincapié en la interrelación entre suelos, plantas y animales, tratando el conjunto como un sistema en equilibrio, evitando en la medida de lo posible intervenciones externas, teniendo en cuenta la pérdida de nutrientes debido a la salida de las cosechas y otros productos fuera de la finca.
Como en otras formas de agricultura ecológica, se evita el uso de fertilizantes, pesticidas y herbicidas industriales. La agricultura biodinámica se diferencia de otros tipos de agricultura ecológica en el uso de preparados vegetales y minerales como aditivos para el compost y aerosoles para el terreno, así como en el seguimiento de un calendario de siembra basado en el movimiento de los astros.